Después de que Cristo murió en la cruz, dejaron de tener vigencia ciertos ritos de la ley de Moisés. Eso estaba claramente predicho en Daniel 9: 24-27, donde se profetiza que "a la mitad de la semana [el Mesías] hará cesar el sacrificio y la ofrenda".
Cuando Cristo murió en la cruz, el velo del templo se rasgó "de arriba abajo"; con eso Dios indicó que, mediante la intercesión del Señor Jesucristo, estaba abierto el camino al verdadero santuario, el celestial, y que los sacrificios que diariamente había ofrecido el pueblo hebreo ya no necesitaban ofrecerse más (Mateo 27: 50-51).
Eran tres las solemnes fiestas anuales en las cuales debían presentarse todos los varones israelitas en el templo: la pascua, Pentecostés y los tabernáculos (Levítico 23).
Estos "días de reposo" se celebraban "además de los días de reposo de Jehová" (Levítico 23: 38), es decir, además del "séptimo día" de la semana, el día de reposo, en el cual no se hacía ningún trabajo, y que debía observarse no importaba dónde estuvieran los hebreos (Levítico 23: 3).
Eran tres las solemnes fiestas anuales en las cuales debían presentarse todos los varones israelitas en el templo: la pascua, Pentecostés y los tabernáculos (Levítico 23).
Estos "días de reposo" se celebraban "además de los días de reposo de Jehová" (Levítico 23: 38), es decir, además del "séptimo día" de la semana, el día de reposo, en el cual no se hacía ningún trabajo, y que debía observarse no importaba dónde estuvieran los hebreos (Levítico 23: 3).
En el Antiguo Testamento, tanto el sábado semanal, como las fiestas anuales, aparecen designados como "sábado" (Heb. shabbat), o sea "día de cesar", "día de descansar". (En la Reina-Valera 1960 este vocablo se traduce comúnmente como "día de reposo". ¹
Las fiestas anuales, unidas por un lado al calendario agrícola de Palestina, prefiguraban por otra parte la obra de Jesucristo. Como símbolo, perdieron validez cuando vino la realidad. Por ejemplo, Pablo afirma que "nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros" (1 Cor. 5: 7).
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¹ La RV-1960 traduce las dos palabras bíblicas que designan al sábado, tanto semanal como anual (Heb. shabbat y Gr. sábbaton), con la frase "día de reposo". Desde un punto de vista etimológico es correcta esta traducción, pues la palabra shabbat significa "cesación" o "reposo". En las ediciones más recientes aparece con frecuencia un asterisco luego de esta frase, con la siguiente explicación: "Aquí equivale a sábado", dando a entender que se habla del sábado semanal. Sin embargo, a veces se ha colocado esta nota cuando en realidad no se habla de sábado semanal sino de un sábado anual (por ejemplo, Levítico 23: 11, 15). La RV-1995 traduce como "sábado").
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¹ La RV-1960 traduce las dos palabras bíblicas que designan al sábado, tanto semanal como anual (Heb. shabbat y Gr. sábbaton), con la frase "día de reposo". Desde un punto de vista etimológico es correcta esta traducción, pues la palabra shabbat significa "cesación" o "reposo". En las ediciones más recientes aparece con frecuencia un asterisco luego de esta frase, con la siguiente explicación: "Aquí equivale a sábado", dando a entender que se habla del sábado semanal. Sin embargo, a veces se ha colocado esta nota cuando en realidad no se habla de sábado semanal sino de un sábado anual (por ejemplo, Levítico 23: 11, 15). La RV-1995 traduce como "sábado").