EL DIOS QUE YO CONOZCO

En el juicio final,

los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad. No obstante los sofismas con que Satanás trata de establecer lo contrario, siempre es desastroso desobedecer a Dios. Debemos aplicar nuestros corazones a buscar la verdad. Todas las lecciones que Dios mandó registrar en su Palabra son para nuestra advertencia e instrucción. Fueron escritas para salvarnos del engaño. El descuidarlas nos traerá la ruina. Podemos estar seguros de que todo lo que contradiga la Palabra de Dios procede de Satanás.

16.12. Conversión de las tribus bárbaras

En Inglaterra, los anglos y sajones, que habían entrado en el imperio como paganos, se convirtieron en católicos romanos alrededor del año 600 d. C.

Los francos, que entraron como paganos en la actual Francia, se convirtieron en católicos romanos antes del año 500 d. C.

Los alamanes entraron en Alemania siendo paganos, y se hicieron católicos romanos aproximadamente al mismo tiempo que los francos.

Los burgundios entraron en Suiza y la Francia burgundia (el valle del Ródano) como arrianos cristianos, y aceptaron el catolicismo romano alrededor del año 520 d. C.

Los lombardos entraron en el norte de Italia siendo paganos, y se convirtieron en católicos romanos alrededor del año 600 d. C.

Los suevos, una rama de la tribu germánica que dio su nombre a Suabia en Alemania, entraron en Portugal siendo cristianos, y se convirtieron al catolicismo romano alrededor del año 575 d. C.

Los visigodos también entraron en España como arrianos, y se volvieron católicos romanos poco más o menos en ese mismo tiempo.

Las tres principales tribus que desaparecieron fueron: los hérulo-rugios, en Roma, en los días de Odarco; los ostrogodos los reemplazaron, y también desaparecieron de Italia alrededor del año 554 d. C.; y los vándalos arrianos del norte del África, que fueron destruidos en el año 534. Cada una de estas tres tribus resistió al catolicismo romano, y cada una fue destruida como nación.