EL DIOS QUE YO CONOZCO

En el juicio final,

los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad. No obstante los sofismas con que Satanás trata de establecer lo contrario, siempre es desastroso desobedecer a Dios. Debemos aplicar nuestros corazones a buscar la verdad. Todas las lecciones que Dios mandó registrar en su Palabra son para nuestra advertencia e instrucción. Fueron escritas para salvarnos del engaño. El descuidarlas nos traerá la ruina. Podemos estar seguros de que todo lo que contradiga la Palabra de Dios procede de Satanás.

36.03. Hus y Jerónimo - III

Por aquel entonces llegaron a Praga dos extranjeros procedentes de Inglaterra, hombres instruídos que habían recibido la luz del Evangelio y venían a esparcirla en aquellas apartadas regiones. Comenzaron por atacar públicamente la supremacía del papa, pero pronto las autoridades les obligaron a guardar silencio; no obstante, como no quisieran abandonar su propósito, recurrieron a otros medios para realizarlo. Eran artistas a la vez que predicadores y pusieron en juego sus habilidades.

En una plaza pública dibujaron dos cuadros que representaban, uno la entrada de Cristo en Jerusalén, "manso, y sentado sobre una asna" (Mateo 21: 5), y seguido por sus discípulos vestidos con túnicas ajadas por las asperezas del camino y descalzos; el otro representaba una procesión pontifical, en la cual se veía al papa adornado con sus ricas vestiduras y con su triple corona, montado en un caballo magníficamente enjaezado, precedido por clarines y seguido por cardenales y prelados que ostentaban deslumbrantes galas.

Encerraban estos cuadros todo un sermón que cautivaba la atención de todas las clases sociales. Las multitudes acudían a mirarlos. Ninguno dejaba de sacar la moraleja y muchos quedaban hondamente impresionados por el contraste que resultaba entre la mansedumbre de Cristo, el Maestro, y el orgullo y la arrogancia del papa que profesaba servirle.

Praga se conmovió mucho y, después de algún tiempo, los extranjeros tuvieron que marcharse para ponerse en salvo. Pero la lección que habían dado no dejó de ser aprovechada. Los cuadros hicieron impresión en Hus y le indujeron a estudiar con más empeño la Biblia y los escritos de Wiclef. Aunque todavía no estaba convenientemente preparado para aceptar todas las reformas recomendadas por Wiclef, alcanzó a darse mejor cuenta del verdadero carácter del papado y con mayor celo denunció el orgullo, la ambición y la corrupción del clero.

De Bohemia extendióse la luz hasta Alemania. Algunos disturbios en la universidad de Praga dieron por resultado la separación de centenares de estudiantes alemanes, muchos de los cuales habían recibido de Hus su primer conocimiento de la Biblia, y a su regreso esparcieron el Evangelio en la tierra de sus padres.

36.03. Huss e Jerônimo - III

Por esse tempo chegaram a Praga dois estrangeiros da Inglaterra, homens de saber, que tinham recebido a luz, e haviam chegado para espalhá-la naquela terra distante. Começando com um ataque aberto à supremacia do papa, foram logo pelas autoridades levados a silenciar; mas, não estando dispostos a abandonar seu propósito, recorreram a outras medidas. Sendo artistas, bem como pregadores, prosseguiam pondo em prática a sua habilidade.

Em local franqueado ao público pintaram dois quadros. Um representava a entrada de Cristo em Jerusalém, "manso, e assentado sobre uma jumenta" (Mateo 21: 5), e seguido de Seus discípulos, descalços e com trajes gastos pelas viagens. O outro estampava uma procissão pontifical: o papa adornado com ricas vestes e tríplice coroa, montando cavalo, magnificamente adornado, precedido de trombeteiros, e seguido pelos cardeais e prelados em deslumbrante pompa.

Ali estava um sermão que prendeu a atenção de todas as classes. Multidões vieram contemplar os desenhos. Ninguém deixara de compreender a moral, e muitos ficaram profundamente impressionados pelo contraste entre a mansidão e humildade de Cristo, o Mestre, e o orgulho e arrogância do papa, Seu servo professo.

Houve grande comoção em Praga, e os estrangeiros, depois de algum tempo, acharam necessário partir, para sua própria segurança. Mas a lição que haviam ensinado não ficou esquecida. Os quadros causaram profunda impressão no espírito de Huss, levando-o a um estudo mais acurado da Bíblia e dos escritos de Wycliffe. Embora ainda não estivesse preparado para aceitar todas as reformas defendidas por Wycliffe, via mais claramente o verdadeiro caráter do papado, e com maior zelo denunciava o orgulho, a ambição e corrupção da hierarquia.

Da Boêmia a luz estendeu-se à Alemanha, pois perturbações havidas na Universidade de Praga determinaram a retirada de centenas de estudantes alemães. Muitos deles tinham recebido de Huss seu primeiro conhecimento da Escritura Sagrada e, ao voltarem, espalharam o evangelho em sua pátria.

36.03. Huss and Jerome - III

About this time there arrived in Prague two strangers from England, men of learning, who had received the light and had come to spread it in this distant land. Beginning with an open attack on the pope's supremacy, they were soon silenced by the authorities; but being unwilling to relinquish their purpose, they had recourse to other measures. Being artists as well as preachers, they proceeded to exercise their skill.

In a place open to the public they drew two pictures. One represented the entrance of Christ into Jerusalem, "meek, and sitting upon an ass" (Matthew 21:5), and followed by His disciples in travel-worn garments and with naked feet. The other picture portrayed a pontifical procession--the pope arrayed in his rich robes and triple crown, mounted upon a horse magnificently adorned, preceded by trumpeters and followed by cardinals and prelates in dazzling array.

Here was a sermon which arrested the attention of all classes. Crowds came to gaze upon the drawings. None could fail to read the moral, and many were deeply impressed by the contrast between the meekness and humility of Christ the Master and the pride and arrogance of the pope, His professed servant.

There was great commotion in Prague, and the strangers after a time found it necessary, for their own safety, to depart. But the lesson they had taught was not forgotten. The pictures made a deep impression on the mind of Huss and led him to a closer study of the Bible and of Wycliffe's writings. Though he was not prepared, even yet, to accept all the reforms advocated by Wycliffe, he saw more clearly the true character of the papacy, and with greater zeal denounced the pride, the ambition, and the corruption of the hierarchy.

From Bohemia the light extended to Germany, for disturbances in the University of Prague caused the withdrawal of hundreds of German students. Many of them had received from Huss their first knowledge of the Bible, and on their return they spread the gospel in their fatherland.

36.02. Hus y Jerónimo - II

Juan Hus (1369-1415) era de humilde cuna y había perdido a su padre en temprana edad. Su piadosa madre, considerando la educación y el temor de Dios como la más valiosa hacienda, procuró asegurársela a su hijo. Hus estudió en la escuela de la provincia y pasó después a la universidad de Praga donde fue admitido por caridad. En su viaje a la ciudad de Praga fue acompañado por su madre, que, siendo viuda y pobre, no pudo dotar a su hijo con bienes materiales, pero cuando llegaron a las inmediaciones de la gran ciudad se arrodilló al lado de su hijo y pidió para él la bendición de su Padre celestial. Muy poco se figuraba aquella madre de qué modo iba a ser atendida su plegaria.

En la universidad se distinguió Hus por su aplicación, su constancia en el estudio y sus rápidos progresos, al par que su conducta intachable y sus afables y simpáticos modales le granjearon general estimación. Era un sincero creyente de la iglesia romana y deseaba ardientemente recibir las bendiciones espirituales que aquélla profesa conceder. Con motivo de un jubileo, fue él a confesarse, dio a la iglesia las pocas monedas que llevaba y se unió a las procesiones para poder participar de la absolución prometida. Terminado su curso de estudios, ingresó en el sacerdocio, y como lograra en poco tiempo darse a conocer, no tardó en ser elegido para prestar sus servicios en la corte del rey. Fue también nombrado catedrático y posteriormente rector de la universidad donde recibiera su educación. En pocos años el humilde estudiante que fuera admitido por caridad en las aulas llegó a ser el orgullo de su país y a adquirir fama en toda Europa.

Mas otro fue el campo en donde Hus principió a trabajar en busca de reformas. Algunos años después de haber recibido las órdenes sacerdotales, fue elegido predicador de la capilla llamada de Belén. El fundador de ésta había abogado, por considerarlo asunto de gran importancia, en favor de la predicación de las Santas Escrituras en el idioma del pueblo. No obstante la oposición de Roma, esta práctica no había desaparecido del todo de Bohemia. Sin embargo, era mucha la ignorancia respecto a la Biblia, y los peores vicios reinaban en todas las clases de la sociedad. Hus denunció sin reparo estos males apelando a la Palabra de Dios para reforzar los principios de verdad y de pureza que procuraba inculcar.

Un vecino de Praga, Jerónimo, que con ulterioridad iba a colaborar tan estrechamente con Hus, trajo consigo, al regresar de Inglaterra, los escritos de Wiclef. La reina de Inglaterra, que se había convertido a las enseñanzas de éste, era una princesa bohemia, y por medio de su influencia las obras del reformador obtuvieron gran circulación en su tierra natal. Hus leyó estas obras con interés; tuvo a su autor por cristiano sincero y se sintió movido a mirar con simpatía las reformas que él proponía. Aunque sin darse cuenta, Hus había entrado ya en un sendero que había de alejarle de Roma.

36.02. Huss e Jerônimo - II

João Huss (1369-1415) era de humilde nascimento e cedo ficou órfão pela morte do pai. Sua piedosa mãe, considerando a educação e o temor de Deus como a mais valiosa das posses, procurou assegurar esta herança para o filho. Huss estudou na escola da província, passando depois para a Universidade de Praga, onde teve admissão gratuita como estudante pobre. Foi acompanhado na viagem por sua mãe; viúva e pobre, não possuía dádivas nem riquezas mundanas para conferir ao filho; mas, aproximando-se eles da grande cidade, ajoelhou-se ela ao lado do jovem sem pai, e invocou-lhe a bênção do Pai celestial. Pouco imaginara aquela mãe como deveria sua oração ser atendida.

Na Universidade, Huss logo se distinguiu pela sua incansável aplicação e rápidos progressos, enquanto a vida irrepreensível e modos afáveis e simpáticos lhe conquistaram estima geral. Era sincero adepto da igreja de Roma, e fervorosamente buscava as bênçãos espirituais que ela professa conferir. Na ocasião de um jubileu, foi à confissão, pagou as últimas poucas moedas de seus minguados recursos, e tomou parte nas procissões, a fim de poder participar da absolvição prometida. Depois de completar o curso colegial, entrou para o sacerdócio e, atingindo rapidamente à eminência, foi logo chamado à corte do rei. Tornou-se também professor e mais tarde reitor da Universidade em que recebera educação. Em poucos anos o humilde estudante, que de favor se educara, tornou-se o orgulho de seu país e seu nome teve fama em toda a Europa.

Foi, porém, em outro campo que Huss começou a obra da reforma. Vários anos após haver recebido a ordenação sacerdotal, foi nomeado pregador da capela de Belém. O fundador desta capela defendera, como assunto de grande importância, a pregação das Escrituras na língua do povo. Apesar da oposição de Roma a esta prática, ela não se interrompeu completamente na Boêmia. Havia, porém, grande ignorância das Escrituras, e os piores vícios prevaleciam entre o povo de todas as classes. Estes males Huss denunciou largamente, apelando para a Palavra de Deus a fim de encarecer os princípios da verdade e pureza por ele pregados.

Um cidadão de Praga, Jerônimo, que depois se tornou intimamente ligado a Huss, trouxera consigo, ao voltar da Inglaterra, os escritos de Wycliffe. A rainha da Inglaterra, que se convertera aos ensinos de Wycliffe, era uma princesa boêmia, e por sua influência as obras do reformador foram também amplamente divulgadas em seu país natal. Estas obras lera-as Huss com interesse; cria que seu autor era cristão sincero e inclinava-se a considerar favoravelmente as reformas que advogava. Huss, conquanto não o soubesse, entrara já em caminho que o levaria longe de Roma.

36.02. Huss and Jerome - II

John Huss (1369-1415) was of humble birth, and was early left an orphan by the death of his father. His pious mother, regarding education and the fear of God as the most valuable of possessions, sought to secure this heritage for her son. Huss studied at the provincial school, and then repaired to the university at Prague, receiving admission as a charity scholar. He was accompanied on the journey to Prague by his mother; widowed and poor, she had no gifts of worldly wealth to bestow upon her son, but as they drew near to the great city, she kneeled down beside the fatherless youth and invoked for him the blessing of their Father in heaven. Little did that mother realize how her prayer was to be answered.

At the university, Huss soon distinguished himself by his untiring application and rapid progress, while his blameless life and gentle, winning deportment gained him universal esteem. He was a sincere adherent of the Roman Church and an earnest seeker for the spiritual blessings which it professes to bestow. On the occasion of a jubilee he went to confession, paid the last few coins in his scanty store, and joined in the processions, that he might share in the absolution promised. After completing his college course, he entered the priesthood, and rapidly attaining to eminence, he soon became attached to the court of the king. He was also made professor and afterward rector of the university where he had received his education. In a few years the humble charity scholar had become the pride of his country, and his name was renowned throughout Europe.

But it was in another field that Huss began the work of reform. Several years after taking priest's orders he was appointed preacher of the chapel of Bethlehem. The founder of this chapel had advocated, as a matter of great importance, the preaching of the Scriptures in the language of the people. Notwithstanding Rome's opposition to this practice, it had not been wholly discontinued in Bohemia. But there was great ignorance of the Bible, and the worst vices prevailed among the people of all ranks. These evils Huss unsparingly denounced, appealing to the word of God to enforce the principles of truth and purity which he inculcated.

A citizen of Prague, Jerome, who afterward became so closely associated with Huss, had, on returning from England, brought with him the writings of Wycliffe. The queen of England, who had been a convert to Wycliffe's teachings, was a Bohemian princess, and through her influence also the Reformer's works were widely circulated in her native country. These works Huss read with interest; he believed their author to be a sincere Christian and was inclined to regard with favor the reforms which he advocated. Already, though he knew it not, Huss had entered upon a path which was to lead him far away from Rome.

36.01. Hus y Jerónimo - I

La semilla del Evangelio había sido sembrada en Bohemia desde el siglo noveno; la Biblia había sido traducida, y el culto público celebrábase en el idioma del pueblo; pero conforme iba aumentando el poder papal, obscurecíase también la Palabra de Dios. Gregorio VII, que se había propuesto humillar el orgullo de los reyes, no estaba menos resuelto a esclavizar al pueblo, y con tal fin expidió una bula para prohibir que se celebrasen cultos públicos en lengua bohemia.

El papa declaró que "Dios se complacía en que se le rindiese culto en lengua desconocida y que el haber desatendido esta disposición había sido causa de muchos males y herejías." (Wylie, lib. 3, cap. 1.) Así decretó Roma que la luz de la Palabra de Dios fuera extinguida y que el pueblo quedara encerrado en las tinieblas; pero el Cielo había provisto otros agentes para la preservación de la iglesia. Muchos valdenses y albigenses, expulsados de sus hogares por la persecución, salieron de Francia e Italia y fueron a establecerse en Bohemia. Aunque no se atrevían a enseñar abiertamente, trabajaron celosamente en secreto, y así se mantuvo la fe de siglo en siglo.

Antes de los tiempos de Hus hubo en Bohemia hombres que se levantaron para condenar abiertamente la corrupción de la iglesia y el libertinaje de las masas. Sus trabajos despertaron interés general y también los temores del clero, el cual inició una encarnizada persecución contra aquellos discípulos del Evangelio. Obligados a celebrar el culto en los bosques y en las montañas, los soldados los cazaban y mataron a muchos de ellos. Transcurrido cierto tiempo, se decretó que todos los que abandonasen el romanismo morirían en la hoguera. Pero aun mientras que los cristianos sacrificaban sus vidas, esperaban el triunfo de su causa.

Uno de los que "enseñaban que la salvación se alcanzaba sólo por la fe en el Salvador crucificado," pronunció al morir estas palabras: "El furor de los enemigos de la verdad prevalece ahora contra nosotros, pero no será siempre así, pues de entre el pueblo ha de levantarse uno, sin espada ni signo de autoridad, contra el cual ellos nada podrán hacer."- Ibid., lib. 3, cap. 1. Lejos estaba aún el tiempo de Lutero; pero ya empezaba a darse a conocer un hombre cuyo testimonio contra Roma conmovería a las naciones.

36.01. Huss e Jerônimo - I

O Evangelho fora implantado na Boêmia já no século IX. A Bíblia achava-se traduzida, e o culto público era celebrado na língua do povo. Mas, à medida que aumentava o poderio do papa, a Palavra de Deus se obscurecia. Gregório VII, que tomara a si o abater o orgulho dos reis, não tinha menos intenções de escravizar o povo, e de acordo com isto expediu uma bula proibindo que o culto público fosse dirigido na língua boêmia.

O papa declarava ser “agradável ao Onipotente que Seu culto fosse celebrado em língua desconhecida, e que muitos males e heresias haviam surgido por não se observar esta regra”. – Wylie, livro 3, cap. 1. Assim Roma decretava que a luz da Palavra de Deus se extinguisse e o povo fosse encerrado em trevas. O Céu havia provido outros fatores para a preservação da igreja. Muitos dos valdenses e albigenses, pela perseguição expulsos de seus lares na França, e Itália, foram à Boêmia. Posto que não ousassem ensinar abertamente, zelosos trabalhavam em segredo. Assim se preservou a verdadeira fé de século em século.

Antes dos dias de Huss, houve na Boêmia homens que se levantaram para condenar abertamente a corrupção na igreja e a dissolução do povo. Seus trabalhos despertaram interesse que se estendeu largamente. Suscitaram-se os temores da hierarquia e iniciou-se a perseguição contra os discípulos do evangelho. Compelidos a fazer seu culto nas florestas e montanhas, davam-lhes caça os soldados, e muitos foram mortos. Depois de algum tempo se decretou que todos os que se afastassem do culto romano deviam ser queimados. Mas, enquanto os cristãos rendiam a vida, olhavam à frente para a vitória de sua causa.

Um dos que “ensinavam que a salvação só se encontra pela fé no Salvador crucificado”, declarou ao morrer: “A fúria dos inimigos da verdade agora prevalece contra nós, mas não será para sempre; levantar-se-á um dentre o povo comum, sem espada nem autoridade, e contra ele não poderão prevalecer.” – Wylie, livro 3, cap. 1. O tempo de Lutero estava ainda muito distante; mas já se erguia alguém, cujo testemunho contra Roma abalaria as nações.

36.01. Huss and Jerome - I

The gospel had been planted in Bohemia as early as the ninth century. The Bible was translated, and public worship was conducted, in the language of the people. But as the power of the pope increased, so the word of God was obscured. Gregory VII, who had taken it upon himself to humble the pride of kings, was no less intent upon enslaving the people, and accordingly a bull was issued forbidding public worship to be conducted in the Bohemian tongue.

The pope declared that "it was pleasing to the Omnipotent that His worship should be celebrated in an unknown language, and that may evils and heresies had arisen from not observing this rule."--Wylie, book 3, chapter 1. Thus Rome decreed that the light of God's word should be extinguished and the people should be shut up in darkness. But Heaven had provided other agencies for the preservation of the church. Many of the Waldenses and Albigenses, driven by persecution from their homes in France and Italy, came to Bohemia. Though they dared not teach openly, they labored zealously in secret. Thus the true faith was preserved from century to century.

Before the days of Huss there were men in Bohemia who rose up to condemn openly the corruption in the church and the profligacy of the people. Their labors excited widespread interest. The fears of the hierarchy were roused, and persecution was opened against the disciples of the gospel. Driven to worship in the forests and the mountains, they were hunted by soldiers, and many were put to death. After a time it was decreed that all who departed from the Romish worship should be burned. But while the Christians yielded up their lives, they looked forward to the triumph of their cause.

One of those who "taught that salvation was only to be found by faith in the crucified Saviour," declared when dying: "The rage of the enemies of the truth now prevails against us, but it will not be forever; there shall arise one from among the common people, without sword or authority, and against him they shall not be able to prevail." -- Ibid., book 3, chapter 1. Luther's time was yet far distant; but already one was rising, whose testimony against Rome would stir the nations.