EL DIOS QUE YO CONOZCO

En el juicio final,

los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad. No obstante los sofismas con que Satanás trata de establecer lo contrario, siempre es desastroso desobedecer a Dios. Debemos aplicar nuestros corazones a buscar la verdad. Todas las lecciones que Dios mandó registrar en su Palabra son para nuestra advertencia e instrucción. Fueron escritas para salvarnos del engaño. El descuidarlas nos traerá la ruina. Podemos estar seguros de que todo lo que contradiga la Palabra de Dios procede de Satanás.

30.07. La Iglesia Anglicana en el siglo XIX

Los metodistas habían logrado que el espíritu evangélico reviviera en cierta medida dentro de la Iglesia Anglicana. Esta tendencia se concretó en lo que vino a llamarse la Low Church (literalmente, "iglesia baja" o "no ritualista"). Esta tendencia predominó en la primera mitad del siglo XIX.

La llamada High Church (literalmente, "iglesia alta") es la rama de la Iglesia Anglicana que pone énfasis en el supuesto origen apostólico y divino de la iglesia, y da mucha importancia a la forma y al ritual, en tanto que la "iglesia baja" considera que la iglesia es una institución principalmente humana en su origen, y resta importancia a la forma y al ritual.

El elemento evangélico de la "iglesia baja", especialmente bajo el liderazgo de Lord Shaftesbury, fue el principal factor para la supresión de ciertos abusos sociales, y para la creación de muchas instituciones dedicadas a beneficencia y a empresas misioneras locales y en el extranjero.

Las cuestiones teológicas y las formas de culto no preocupaban a la "iglesia baja". Su dogmatismo no muy elaborado ayudó a producir el surgimiento de una reacción mística y ritualista llamada "Movimiento de Oxford" y también "puseísmo", debido a que su caudillo, Eduardo Bouverie Pusey (1800-1892), era profesor de hebreo en Oxford.

Pusey y sus amigos Juan Enrique Newman (1801-1890) y Juan Keble (1792-1866) comenzaron en 1833 a publicar una serie de Tracts for the Times, en los cuales diversos teólogos de Oxford insistieron en que los sacramentos son el único recurso mediante el cual la gracia divina puede llegar al pecador, pero sólo cuando son adecuadamente administrados por un sacerdote debidamente ordenado.

La convicción de esos hombres era que la verdadera iglesia del siglo XIX debía volverse a la iglesia del siglo IV y que la Iglesia Anglicana tenía sus raíces en la iglesia de los padres católicos. Según ellos, sólo la iglesia puede ser un vehículo que lleve la salvación y enseñe el verdadero significado de las Escrituras. Newman se convirtió al catolicismo romano en 1845.

Los miembros del "Movimiento de Oxford" eran notablemente inteligentes y entusiastas, y pudieron llegar hasta ciertos hombres y mujeres con quienes no se había podido relacionar el metodismo.

En oposición a estos anglocatólicos estaba la rama de la Iglesia Anglicana llamada Broad Church (literalmente, "iglesia amplia" o "latitudinaria"). Sus miembros eran decididos racionalistas que se oponían al formalismo ritualista de los puseístas y al dogmatismo literalista de los calvinistas.