12.00. Sectas - Introducción

El cristianismo era una "herejía" αιρεσις [hairesis = secta] para los judíos: "Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas" (Hech. 24:14).

Es justo decir que el cristianismo tuvo sus herejías, y los apóstoles amonestaron contra ellas, ya fuera como peligros presentes o como peligros de los que habría que guardarse en el futuro:

"Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones [αιρεσις hairesis] , para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados" (1 Cor. 11: 19)

"idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías [αιρεσις hairesis] " (Gál. 5:20).

"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías [αιρεσις hairesis] destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina" (2 Ped. 2:1).